Hace ya algunos años el FLAN DE HUEVO era un fijo en las cartas de postres de casi todos los restaurantes. Terminar una comida o cena con un flan con nata era lo habitual y lo que nadie discutía. Después vinieron las tartas de crema y manzana, los coulants, los tiramisú , las tartas de queso y parecía que ya nadie quería flan.
Por suerte fue un espejismo, somos much@s los que adoramos este dulce emblemático de la postrería de este país y poco a poco está recobrando fuerza nuevamente un flan remozado y ligeramente tuneado. Ahora los principales chefs (y los que no lo son) hacen flanes de manzana, de plátano, de orujo, de queso y hasta de chocolate y en estas tantas versiones la leche se enriquece con nata o se utiliza bebidas vegetales, en vez de huevos se ponen yemas , los tuneos son infinitos y los resultados la mayor parte de las veces, deliciosos.
Una leche entera, unos huevos frescos y de buena calidad son básicos para un buen resultado, en el caso de hoy, además, lleva nata (35% MG) que nos reporta una textura magnífica en el resultado final.
CON o SIN agujeritos: Un tema controvertido en los flanes caseros es el conseguir que resulten con más o menos agujeritos. Los entendidos dicen que un flan perfecto no debe tener ninguno, para ello el agua del baño María no puede llegar a hervir en ningún momento y la temperatura del horno no debe superar los 160º – 170º (dependiendo el horno). Yo tampoco haría un drama de esta cuestión, los flanes caseros resultan tan ricos que te aseguro que nadie se va a fijar en cuantos agujeritos tienen, eso sí, ya que estamos puestos manos a la obra, intentaremos que se hagan a baja temperatura. Los agujeritos no se forman por la elaboración del flan sino por la temperatura del horneado.
- 300 ml de leche entera
- 300 ml de nata 35% MG
- 1 cucharadita de vainilla
- 3 yemas y 3 huevos medianos
- 120 g. de azúcar
- Caramelo para el molde
- – 6 cucharadas de azúcar común
- – 2 cucharadas de agua
- – Media cucharada de zumo de limón
- Encender el horno a 170º
- Caramelo
- – Pon todos los ingredientes (primero azúcar, después agua y zumo) en una sartén a fuego-medio.
- – Vigila pero no remuevas con ningún utensilio de cocina, cuando veas que el caramelo se empieza a formar por abajo y por encima queda como una costra blanca, remueve el conjunto moviendo la sartén sujetándola por el mango en movimientos de vaivén, eso ayudará a que se mezcle solo.
- – Cuando veas que comienza a tener toda la mezcla un color ligeramente tostado, apaga el fuego, el calor generado por el propio caramelo continuará cocinándolo unos segundos más.
- – Vierte el caramelo en el fondo del molde y gira éste para impregnar los laterales.
- – Espera un par de minutos a que el caramelo se endurezca antes de verter la mezcla de flan.
- – Muuuuucho cuidadito con el caramelo porque la temperatura que alcanza es altísima y cualquier salpicadura puede ocasionar graves quemaduras. Y si tienes niños, mantenlos lo más lejos posible.
- Flan
- vierte todos los ingredientes del flan en el vaso de tu robot (yo en la jarra de mi batidora) y tritura hasta que todo se haya integrado perfectamente.
- Rellena el molde y colócalo en una fuente honda con agua caliente suficiente para cubrir la mitad de la pared del molde
- Baja la temperatura del horno a 165º, introduce el flan y hornea a Baño Maria a 165ª entre 70 y 80 minutos o hasta que se cuaje el centro.
- Retirar del horno y dejar enfriar totalmente a temperatura ambiente.
- Posteriormente, cubre con film transparente y refrigera hasta el momento de consumir.
- Desmoldar: Pasa un cuchillo fino alrededor de la pared interior del flan para ayudarle a despegarse. Pon una fuente del tamaño adecuado al revés sobre el molde del flan. Inviertelo con cuidado, si fuese necesario puedes darle un pequeño golpecito.
- Sirve
Un postre sencillo pero imprescindible en todo recetario.
Espero que lo disfrutéis este “Flan de huevo tradicional” Quizás te interese ver otros FLANES dulces publicados.